El Amante Perfecto...

Su frágil y calida mano se deslizo por la mía creando una copula perfecta... me sentía feliz, aun tenia mis ojos cerrados pero podía verla, estaba ahí, la olía, sentía su presencia, su característico perfume, sus ojos color miel, su tersa piel blanca, su hermoso pelo negro cayendo sobre sus hombros y sus labios... sus labios tan perfectos, tan inalcanzables y en su cuello yacía radiante la ermita del deseo donde se arrodillan los ateos.

ESTABA AHÍ !!! Maldita sea !!!... pero tenia miedo... miedo de abrir los ojos y no verla, por eso mantuve mis ojos cerrados, y una lagrima corrió por mi mejilla en representación del ultimo indicio de cordura que se esfumaba de mi cuerpo... y me quedé ahí en esa mesa con ella y con mis ojos cerrados, días y noches, noches y días, soles y lunas pasaron hasta que llegaron esos hombres y me metieron entre estas cuatro paredes blancas, donde vienen a verme mis amigos de mes en mes, de dos en dos y de seis a siete...